“La tentación: Poder o Debilidad”

Reflexiones de Lucas 4: 1-13 Del latín temptatĭo, la tentación según algunos es la instigación que induce el deseo de algo. Puede tratarse de una persona, una cosa, una circunstancia u otro tipo de estímulo. La tentación está asociada a la seducción y la provocación. Usualmente las tentaciones son un medio de medir nuestra vulnerabilidad hacia ciertas normas y valores que llevamos arraigados en nuestra vida y teología. Por otro lado, la tentación se convierte en la insistencia que nos induce al deseo de lo prohibido, y que podrían ser producto de nuestra propias limitaciones físicas (enfermedad), mentales(diagnósticos) , o espirituales (teologías arraigadas). Por otro lado, las tentaciones pueden llevar nuestra propias limitaciones a maltratar a personas.
En este pasaje, el escritor de Lucas después de describir en los capítulos anteriores la designación del ministerio de Jesús con poder y autoridad, narra consecutivamente la experiencia de la tentación de Jesús. Lucas describe la primera tentación en el versículo 3 la cual enfoca en atentar contra la vulnerabilidad de Jesús hacia la transformación de la ley natural de las cosas. Aquí el diablo lo incitan a convertir las piedras en pan. Pongamos atención a las palabras que que el diablo utiliza: “Si eres el Hijo de Dios...” Estas palabras parecen establecer un reto hacia la identidad de Jesús. Quien realmente eres? Jesús pudo haber convertido las piedras en el mejor pan francés del mundo para saciar el hambre. Sin embargo, aquí el asunto es la respuesta de Jesús frente a la designación de “Hijo de Dios,” y como Jesús llevaría a su cumplimiento a la misión y vocación ungida por el Espíritu Santo. Entonces de manera fenomenal, Jesús responde con una cita muy conocida “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.” Un asunto importante es el manejo del uso sabio del poder. Jesus pudo hacer maravillas, pero opto por diferenciar la intención por parte del diablo de minimizar su ministerio. En los versículos 5-8, la segunda tentación aparece incitando a Jesús mostrándole todos los reinos del mundo habitados y ofrece su autoridad y gloria sobre ellos. Aquí se presenta una tentación con tono de condiciones, que podría ser descrita como la expresión de un soborno espiritual: “Si haces esto, entonces te doy esto.” Aquí, el diablo utiliza como elemento de soborno “los reinos de este mundo,” ¿por qué? Porque precisamente en los reinos de este mundo, es donde el diablo ha ejercido su autoridad y su gloria. En los reinos de este mundo donde el diablo ejerce al menos la mayoría de su actividad malévola. Me llama la atención que en el versículo 6 al diablo se le entrega cierta “...autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera.” Esta frase podría indicar la influencia malévola temporal del diablo en el orden humano actual. Aquí, la intención del diablo es la incitación hacia el poder global, sin embargo, Jesús se diferencia como ser humano y divino de satanás como un “ángel caído” recordando que Dios no tiene rivales en el poder absoluto de este mundo. Con autoridad Jesús responde con una narrativa de Deuteronomio 6:4: “Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él.” Finalmente, en la tercera tentación, el diablo le dice: “Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí! Pues escrito está: “Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna” [Salmos 91;11-12]. Pareciera que el diablo quema sus últimos cartuchos para probar la vulnerabilidad de Jesús. Nuevamente de manera magistral una vez mas Jesús responde colocando las cartas sobre la mesa “También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios [Deuteronomio 6:16].” Definitivamente Jesús de diferencia en este encuentro con el diablo que al final deja de molestarlo. Las tres tentaciones son un acto de prueba hacia la encarnación de Jesús, como Hijo de Dios en medio de su ministerio en el mundo como ser humano y divino. Este pasaje nos ayuda a recordar que el ser humano es vulnerable por naturaleza a tantas cosas, que en momentos de desafíos y crisis cedemos a lo que se le ha prohibido. En este pasaje, Jesús responde con cuidado al cuestionamiento de su identidad como Hijo de Dios. Como entonces podemos responder cuando se nos cuestiona nuestra identidad. Por supuesto que tenemos limitaciones, sin embargo tenemos capacidad para responder cuando somos tentados en nuestra identidad, valores, y creencias. También, las tentaciones pueden ser el producto de nuestra propia limitaciones de no aceptar las capacidades, cualidades y potenciales de otros. Durante la transición de los Israelitas hacia la tierra prometida, el faraón hizo todo lo imposible, haciendo uso indebido de su poder para detener a Moisés y los israelitas. No lo pudo hacer nunca. En la historia de la iglesia recientemente han salido a luz el uso del poder indebido de lideres espirituales que al no aceptar las limitaciones de su vocación han dado paso a la tentación a tener control sobre ellos afectando el comportamiento, emociones, y vida espiritual de a quienes ministran. Por otro lado a nivel del liderazgo corporativo, el mal uso del poder ha llevado a organizaciones a fracasar y maltratar sus empleados, y lo mas triste a inimizar las herramientas y potenciales que otros tienen. Encuentro en esta narrativa que tres experiencias son ilustradas: la vulnerabilidad al poder, la manipulación del poder bajo la imposición de condiciones y el poder de la auto-conciencia. En nuestra sociedad muchas veces la búsqueda del poder es una meta que no necesariamente promueve el servicio del ser humano, sino de control. Por otro lado cuando cuando ejercemos el poder debemos preguntarnos que necesitamos para evitar caer en el control y la manipulación del poder? O descubrir que cosas nos hacen sentir incómodos al momento de ejercer el poder. En términos de liderazgo pastoral y la ética cabe resaltar que una de las características de un ministro profesional es estar consciente de las habilidades y limitaciones personales y ministeriales, y el sentido de autoridad apropiada. En la sociedad actual hemos visto con dolor y gran sufrimiento el creciente numero de lideres que han sido encausados y aun encarcelados por abuso de poder y la explotación de feligreses. En la praxis del cuidado pastoral, mi invitación es a evitar toda tentación que invoque a ejercer el mal uso del poder en nuestra función pastoral. Por el contrario, a llevar con calidad nuestro ministerio “sin ser manipuladores y sin oprimir a los que sirven.” La tentación se acercara con seducción y con provocación vendrán. Cual sera nuestra respuesta ante ella?

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